martes, 7 de marzo de 2023

La influencia de los maestros

Simón Bolívar junto a su maestro Simón Rodríguez en el monte Sacro. ilustración: steetmi.com

 


Por Juan  Jiménez



Desde muy niño, he estado convencido, de que los Maestros de la Escuela, constituyen la base fundamental de la formación de los ciudadanos del mañana. Desde mis estudios de primaria, en el Grupo Escolar República del Perú, en La Candelaria, en Valencia, Venezuela, y por la orientación de mi maestra de tercer Grado: Vitalia Muñoz, y mi maestro de cuarto Grado: Félix Díaz Núñez, he sido admirador de la vida y de las acciones de El Libertador Simón Bolívar, a quien he considerado, mi Héroe, a quien me debo parecer, en mi postura como ciudadano  venezolano, latinoamericano y del mundo.

Fueron ellos, los primeros que me hablaron de lo que es: La Patria, sus valores, sus símbolos, y cómo nos identificamos con ella. Desde mis primeros años en la escuela, aprendí a ahorrar, una locha, cada día, de lunes a jueves, para comprarme un suplemento sobre la vida del Libertador, que costaba un real (4 lochas), los jueves, que vendían, en un puesto de revistas, situado al frente de mi escuela.

Yo nunca quise parecerme  a Tarzán, Mandrake, a Superman, ni al Capitán Marvel, que eran los personajes, de los suplementos, que circulaban en mi época infantil, no; yo quería ser, era como Bolívar, El Libertador.

Al salir del tercer año de bachillerato, quise ser militar del ejército venezolano, como Bolívar; pero no pude, y al  salir del bachillerato, ya habían creado, en mi ciudad natal, Valencia, la Universidad de Carabobo, donde crearon la primera Escuela de Ingeniería Industrial del país, de la cual soy egresado, como integrante de la tercera promoción el 3 de junio de 1966.

Toda mi vida, he sido un estudioso de la historia de Venezuela, de América y del mundo, teniendo siempre, muy claro, el papel desempeñado por el ejército venezolano, con Simón Bolívar a la cabeza, en la independencia de Venezuela, de la América Meridional, y en el mundo.

Durante mis estudios de Bachillerato, comencé a dar clases, como maestro suplente, en el Grupo Escolar República del Perú, mi escuela, donde me llamaban, cuando faltaba un maestro, pues vivía a una cuadra, de ese, mi plantel, donde había sido, un buen alumno, y cuyos maestros, me conocían muy bien.

Al salir como bachiller en Ciencias, de la primera promoción, de ese tipo, de mi Liceo Pedro Gual, de Valencia, comencé a estudiar Ingeniería Industrial, en la Universidad de Carabobo,  donde fuí un buen alumno; no repetí ninguna materia, fuí tres veces, presidente del Centro de Estudiantes, y durante dos años, ejercí como preparador en la cátedra de Ingeniería Eléctrica, una asignatura del tercer año. Así mismo, fui profesor de educación media, por varios años.

Al egresar como Ingeniero Industrial, de la Universidad de Carabobo, ingresé a trabajar, como profesor a Dedicación Exclusiva, en la facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela, en Maracay, en el Departamento de Ingeniería Agrícola, siendo profesor de Física Aplicada, Maquinaria Agricola I y Maquinaria Agricola III, siendo además, promotor de los estudios de Electrificación Rural, en el país. Antes había hecho equivalencia para estudiar Ingeniería Eléctrica, en la Universidad de Carabobo, donde llegué, a ser alumno del séptimo semestre, no pudiendo concluir la carrera, pues me fui, a trabajar a la Universidad de Los Andes, donde me ofrecieron la Coordinación, de la primera carrera de Ingeniería Agrícola del país, creada por La ULA, en el Núcleo Rafael Rangel, de Trujillo. Allí trabajé durante dos años, hasta que la UNET (Universidad Nacional Experimental del Táchira), de San Cristóbal, me invitó a dirigir los trabajos de grado, en Ingeniería Industrial, hacia las agroindustrias, adonde me vine en 1982, y de la cuál soy jubilado desde 1997.

Actualmente, cuando redacto esta nota, soy profesor jubilado de la UNET, donde trabajé 15 años, como profesor a Dedicación Exclusiva, en varias materias de la carrera de Ingeniería Industrial, y muchas otras de los Postgrados de Gerencia de Empresas, donde trabajé,  después de terminar, un Postgrado, en Desarrollo Organizacional, que la UNET, me envió a estudiar, en la Universidad Católica Andrés Bello, de Caracas, y de la cual egresé como Suma Cum Laude, en 1987.

Finalmente, quiero dejar mi agradecimiento permanente, a mis maestros, de la escuela primaria, en el Grupo Escolar República del Perú, quienes me enseñaron a querer a mi patria, con todo el amor del mundo, y a quienes admiro y respeto, por lo que me enseñaron:

En primer grado:  Lilia Gómez
En segundo grado: Virginia García
En tercer grado: Vitalia Muñóz
En cuarto grado: Félix Díaz Núñez
En quinto grado: Haydée Telleria Díaz
En sexto grado: Rafael María Salazar

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